Es bastante común, que en nuestro lenguaje utilicemos todo tipo de expresiones relacionadas con el estado de ánimo depresivo (sentirnos tristes, apáticos, con falta de energía, hastiados, desmotivados, etc.) . Muchas personas a lo largo de su vida, pueden padecer un episodio depresivo, siendo la depresión uno de los problemas más frecuentes en nuestra sociedad por los que se busca tratamiento psicológico. No obstante, no siempre sabemos identificar qué síntomas pueden ayudarnos para reconocer cómo sabemos si tenemos una depresión.
Síntomas o claves que nos ayudan a reconocer si tenemos una depresión abarcan tanto aspectos emocionales, conductuales como físicos. La cantidad, gravedad y duración de los síntomas puede variar según cada persona.
- Síntomas emocionales: si estás padeciendo una depresión, te puedes sentir inútil o culpable, no tienes ilusión y te sientes vacío/a y decaído/a, piensas que tu vida no tiene esperanza y que no sirves para nada, el futuro lo ves «negro», piensas que nada merece la pena y que nada va a cambiar, tienes problemas de concentración y memoria, te sientes desanimado/a, te cuesta tomar decisiones, dejas de sentirte seguro/a y de valorarte.. e incluso, es posible que tengas ganas de desaparecer (pensamientos de suicido).
- Síntomas conductuales: es muy frecuente que dejes de realizar o te cueste más, realizar actividades (salir con amigos, dar un paseo, ir al trabajo…) porque dejan de motivarte cosas que antes sí que lo hacían, te cuesta moverte y hacer cualquier tarea te supone un gran esfuerzo y, si las llevas a cabo, lo haces lentamente, descuidas tu aspecto físico, higiene y/o vestimenta, puedes mostrar conductas o comportamientos que denotan irascibilidad o irritabilidad (malas contestaciones, gestos inadecuados…), dejas de tomar decisiones y de solucionar problemas aunque sean muy cotidianos, etc.
- Síntomas físicos: cuando una persona tiene una depresión, tiene problemas para dormir (insomnio, problemas para mantener el sueño o dormir demasiado), pérdida o aumento de apetito, fatiga, cansancio, perdida o aumento de peso, falta de energía, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, dolor crónico, problema sexuales (por ejemplo, falta de apetito sexual), mareos, problemas para respirar, opresión en el pecho, etc.
La depresión es un problema muy serio porque puede hacer que quieras quitarte la vida porque, en esos momentos, te sientes incapaz de hacer nada que pueda mejorar tu vida y crees que tu vida no tiene esperanza. Es posible que solo quieras dormir y no despertarte, o, estés ideando cómo quitarte la vida.
No lo dudes ni un instante! Busca ayuda en tus familiares y consulta lo antes posible con un psicólogo. Si quieres más información, llámanos.
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