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Tratamiento de los Trastornos disruptivos
Los Trastornos disruptivos pueden ser tratados con éxito. En Valencia, en el Centro de Tratamientos Psicológicos Consuelo Tomás, encontrarás tratamiento para estos trastornos.
Trastornos disruptivos, del control de impulsos y de la conducta
Las personas con trastornos disruptivos, del control de los impulsos y de la conducta manifiestan problemas en el control de comportamiento y emociones.
El número de hombres que padecen estos trastornos es considerablemente mayor que en las mujeres y, suelen iniciarse en la infancia y adolescencia.
Trastorno Negativista Desafiante
Las personas con este problema psicológico presentan un patrón de enfado/irritabilidad y discusiones/actitud desafiante o negativa. Es frecuente que habitualmente pierdan la calma, se molesten con facilidad y se sientan enfadados y resentidos. Asimismo, son personas que desafían activamente y se niegan a llevar a cabo peticiones por figuras de autoridad o de acuerdo a normas (en el caso de los niños, discuten activamente con los adultos). Por otra parte, a menudo molestan deliberadamente a los demás y suelen culpar a los demás de sus errores o su mal comportamiento.
Es habitual que se dé en el entorno del hogar y genere interacciones problemáticas con los otros y tiene un impacto negativo en diferentes áreas (estudios, trabajo, relaciones sociales, etc.).
Este trastornos suele aparecer en los primeros años preescolares y, a menudo, precede al trastorno de conducta y puede dar origen a trastornos de ansiedad y depresivos.
Es frecuente que los padres o familiares no sepan cómo actuar y busquen ayuda profesional y asesoramientos psicológicos.
Trastorno explosivo intermitente
El trastorno explosivo intermitente se manifiesta con arrebatos agresivos impulsivos o ira de inicio rápido. Estos arrebatos recurrentes de comportamiento reflejan una falta de control de los impulsos y agresividad que se desencadenan frecuentemente ante pequeñas provocaciones por parte de un amigo íntimo o persona cercana y, en algunos casos, pueden provocar daños o destrucción de la propiedad o la agresión física con lesiones a animales o personas.
Las personas con trastorno explosivo intermitente pueden tener episodios en los que utilicen la agresión verbal, a través de berrinches, disputas verbales o injuriando y censurando a los demás.
El inicio de este problema psicológico comienza en la infancia tardía y adolescencia.
Trastorno de conducta
Sobre todo son los familiares los que buscan ayuda en nuestra consulta porque en su entorno cercano, alguna persona tiene este tipo de problemas y nos saben cómo actuar.
El trastorno de conducta se caracteriza porque las personas que lo padecen tienen patrones repetitivos y persistentes de comportamiento en el que no respetan los derechos básicos de otros, las normas o reglas sociales propias de la edad, en sus múltiples manifestaciones: agresión a personas y animales (acosar, amenazar o intimidar a otros, iniciar peleas, usar bastones, ladrillos, cuchillos…que pueden provocar serios daños a terceros, crueldad física contra animales y personas, robar enfrentándose a la víctima o llevar a cabo una violación), destrucción de la propiedad (pegar fuego deliberadamente con intención de provocar daños graves o destruir la propiedad de alguien por otros medios), engaño o robo (robar objetos sin enfrentarse a la víctima, mentir para obtener dinero, favores o evitar obligaciones e invadir casas, coches o edificios),incumplimiento grave de normas (salir por la noche a pesar de la prohibición de los padres, pasar noches fuera mientras vive se vive con padres biológicos o de acogida y faltar a menudo a la escuela antes de los 13 años).
Las personas con este problema pueden presentar falta de remordimiento o culpabilidad, falta de empatía (no son capaces de ponerse en lugar del otros y comprender sus sentimientos), despreocupación por su rendimiento y/o afectos superficiales o deficientes.
Como en todos los problemas psicológicos, no todos los síntomas o manifestaciones se dan en todas las personas, ni les afectan de la misma manera. Motivo por el que primero evaluaremos el problema y seleccionaremos y adaptaremos el tratamiento en función de las necesidades de cada persona y entorno familiar y social.
Piromanía
Las personas que padecen piromanía provocan incendios de forma deliberada e intencionada porque sienten una gran tensión y excitación afectiva antes de hacerlo, sintiendo fascinación, interés, curiosidad o atracción por el fuego y su contexto (llegada de bomberos, movilización de los ciudadanos…). Son personas que experimentan un gran placer, gratificación o alivio tanto al provocar los incendios como, al presenciar e, incluso, participar en sus consecuencias (ellos mismos pueden ofrecer su ayuda y colaboración con los equipos de emergencia).