Aprender a disfrutar de lo que tenemos y nos rodea, es fundamental para sentirnos contentos y felices. Sin embargo, no siempre sabemos valorar todos aquellos pequeños detalles que nos facilitan sentirnos optimistas y alegres.
Es importante aprender a disfrutar, reconociendo en nuestro alrededor todo aquello que, aunque pase desapercibido, incrementa nuestro bienestar y satisfacción.
La mayor parte de veces, pensamos que lo que nos hace sentir bien consiste en realizar un crucero maravilloso, comprar un móvil de última generación, ser el primero en nuestro trabajo o estudios…
El hecho de vivir ya es una oportunidad para aprender y sentir emociones que nos transmiten las pequeñas cosas que nos rodean y, a las que no damos importancia. Pero si nos faltarán ¿nuestra vida sería tan satisfactoria?. Claro que no.
Tener la ocasión de quedar con amigos, dar un paseo, tomar un baño relajante, observar la naturaleza, refrescar nuestros pies en la playa o un riachuelo, contemplar un amanecer, comer algo que nos gusta, compartir nuestras experiencias con familiares y amigos, sonreír, recibir una llamada, relajarnos en el sofá o en el césped, poder abrigarnos si tenemos frío, jugar con nuestros hijos, sentir el sol en nuestro rostro, cantar…son actividades que nos llenan de satisfacción y relax si aprendemos a apreciarlas.
Seguro que cada de vosotr@s, si observa atentamente a su alrededor, encuentra gran cantidad de momentos y situaciones que, aunque no os deis cuenta, os proporcionan entusiasmo y satisfacción. Por ello, es importante, que demos valor y disfrutemos de las pequeñas y grandes cosas y experiencias que nos rodean.
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