El trastorno de erección o disfunción eréctil es uno de los problemas sexuales más comunes en los varones
La disfunción eréctil consiste en la incapacidad persistente o recurrente, para obtener o mantener una erección apropiada (mantener el pene firme) hasta el final de la actividad sexual. El problema va desde la ausencia total de erección a momentos en los que el varón puede obtener erección pero la pierde antes o después de la penetración (coito) o sólo la tiene cuando se masturba o por la mañana al levantarse.
Las causas físicas pueden múltiples: arteriosclerosis, Parkinson, fracturas pélvias, neuropatía diabética, problemas hormonales, hernias discales…
Así mismo, también las causas psicológicas cobran especial relevancia en el problema de la disfunción eréctil. Las causas psicólogicas tienen que ver, fundamentalmente, con la esfera cognitiva. Las cogniciones son los pensamientos o interpretaciones que hacemos de las situaciones que experimentamos o anticipamos que vamos a realizar.
Las cogniciones o pensamientos que interfieren negativamente en los hombres con problemas en la erección abarcan ansiedad y pensamientos relacionados con la relación sexual, como querer tener una respuesta sexual perfecta, ansiedad antes y durante la relación, para conseguir “funcionar”; pensar que se tiene un pene pequeño o que no se es atractivo; no dejarse llevar; estar excesivamente pendiente de uno mismo o de la compañera, etc.
Los hombre con problemas de disfunción eréctil no deben avergonzarse y buscar la ayuda profesional especializada. La mayor parte de veces, incluso en el caso de patologías físicas u orgánicas que impidan mantener la erección, la ansiedad e inseguridad hacen que sea necesario solucionar aspectos psicológicos mediante una terapia sexual, que se adaptará a las necesidades de cada persona.
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