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VIVIR EN PAREJA
Tener o vivir en pareja conlleva muchos aspectos que nos enriquecen: compartimos proyectos, queremos y nos sentimos queridos, aprendemos a respetar las opiniones del otro/a y a consensuar conjuntamente, expresamos nuestros sentimientos… A pesar de las ventajas de tener o vivir en pareja, como todo tipo de convivencia, no está exenta de problemas que, por lo general, se solucionan una vez pasado el primer momento de adaptación a la nueva situación que, entraña pasar de estar solos a vivir en pareja.
Es normal que existan desacuerdos porque cada uno de vosotros/as tenéis vuestras propia opinión y formas distinta de resolver o afrontar diferentes situaciones tan cotidianas como puedan ser limpiar la casa, planificar gastos, educar a los hijos, atender a las personas mayores, organizar qué hacer en el tiempo de ocio, poder llevar a cabo actividades con y sin la pareja (deporte, amistades…), calidad y cantidad de las relaciones sexuales etc. Esta falta de entendimiento y consenso es posible que acabe generando conflictos y desavenencias, cada vez con mayor intensidad y frecuencia, que pongan en peligro la estabilidad de vuestra relación de pareja, sin que sepáis qué y cómo resolverlos y ya no os sintáis capaces de “tirar hacia adelante”.
Los problemas abarcan un gran abanico que va desde problemas muy graves, como el maltrato psicológico y físico a situaciones en las que la pareja no ha evolucionado conjuntamente y las necesidades de cada uno de los cónyuges han cambiado, hay falta de comunicación…En cualquier caso, si lo deseáis, podéis poneros en contacto con nosotros y os asesoremos.
En otras ocasiones, hay parejas que buscan ayuda en nuestra consulta para prevenir y afrontar mejor situaciones que todavía no se han dado o, acaban de aparecer, y que perciben como posible fuente de conflictos: cuidado de mayores, cambio de trabajo y/o residencia, enfermedades, problemas económicos, etc.
Los problemas o conflictos que abordamos en nuestra consulta, los incluimos en dos grandes apartados. En ambos casos, siempre adaptamos el tratamiento a vuestras demandas y necesidades. Si quieres consultarnos, llámanos y te asesoremos.
TIPOS DE PROBLEMAS EN LA RELACIÓN DE PAREJA.
Los problemas o conflictos que abordamos en nuestra consulta, los incluimos en dos grandes apartados.
Conflictos propios de la convivencia en pareja.
Son crisis en la pareja que están motivadas por diferentes factores, entre los que destacan:
- Rutina – Monotonía – Aburrimiento
- Celos – Infidelidad – Desenamoramiento o Desamor
- Déficits de habilidades de solución de problemas
- Desconfianza – Problemas de falta de comunicación
- Problemas de mejora de la comunicación: saber expresar nuestros deseos, opiniones y discrepancias adecuadamente, realizar críticas constructivas, hacer elogios, etc., saber realizar elogios y/ o criticas que sean constructivas…
- Adaptación a nuevas situaciones: nacimiento de un hijo, cuidado de personas mayores, cambio o pérdida de trabajo, etc.
- Expectativas poco realistas de lo que supone una relación o esperamos de nuestra pareja.
- Dificultades para llegar a acuerdos y consensos.
- Maltrato y/o abusos físicos y psicológicos: pérdidas de respeto, humillaciones, insultos, no tener en cuenta la opinión del otro/a, palizas…
- Imagen negativa que cada uno se ha formado del otro, etc.
Conflictos o problemas sexuales
(podéis consultar también el apartado de sexología si queréis más información).
Los problemas sexuales afectan tanto a los hombres como a las mujeres. Entre los más habituales, destacan:
Problemas a la hora de excitarse o mantener la excitación
Dificultades para alcanzar el orgasmo
Insatisfacción sexual
Falta de deseo sexual
Dolor durante la actividad sexual
Discrepancia en la cantidad o calidad de las relaciones sexuales,
Eyaculación precoz
Problemas de erección, etc.
¿EN QUÉ CONSISTE LA TERAPIA DE PAREJA?
La terapia de pareja se centra inicialmente, en la identificación y toma de conciencia de vuestras dificultades (de comunicación, desconfianza, celos, infidelidad, problemas sexuales… que impiden vuestro buen funcionamiento en la relación. Una vez identificadas las dificultades, utilizaremos las técnicas psicológicas para el aprendizaje de las estrategias que favorezcan tanto una buena comunicación, como el manejo de vuestras desavenencias y/o dificultades que tenéis o puedan surgir en el futuro.
La intervención psicoterapéutica favorece tanto el desarrollo de la pareja como unidad, como el desarrollo de cada cónyuge por separado.
Dependiendo de la problemática, se pueden combinar sesiones individuales con cada uno de miembros de pareja, con la mayoría de las sesiones en las que participan los dos cónyuges.
En otras ocasiones, puede ocurrir que tu pareja no quiera acudir a la consulta, por lo que la intervención se intenta llevar a cabo a través de la persona que ha pedido ayuda.
Si existen problemas psicológicos individuales previos o concomitantes a la formación de la pareja que están afectando al buen funcionamiento de la misma, puede ser necesario, además, el abordaje terapéutico o tratamiento psicológico a nivel individual.