Una situación que propicia el estrés

Al igual que la gran mayoría de situaciones relacionas con nuestra vida, las personas que padecen alguno de los diferentes trastornos alimentarios, se han visto afectadas por las circunstancias excepcionales que, la pandemia de Covid 19, ha impuesto en España y en el mundo en general. Es por esto que es necesario actualizar nuestra mirada acerca de estos trastornos, para entender sus nuevos condicionantes, en busca de soluciones acordes a estos convulsionados tiempos. Según recientes estudios, en España hay alrededor de 400.000 personas, que padecen alguno de los diferentes trastornos alimentarios, ya sea anorexia nerviosa (dejar de comer o restricción de la ingesta de alimentos con o sin atracones o comportamientos compensatorios conocidos como purgas), trastornos por atracón (comer compulsivamente sin llevar a cabo comportamientos compensatorios inapropiados como provocarse el vómito o hacer ejercicio excesivo) o bulimia (grandes atracones seguidos de comportamientos purgatorios como vómitos autoinducidos, utilización de laxantes y diuréticos o ejercicio desmesurado).

De la misma forma, algunos estudios epidemiológicos realizados aseguran que el 5% de las personas de entre 12 y 25 años padece algún trastorno alimentario en cualquiera de sus variantes, es decir, la mayoría de las personas que presentan este tipo de enfermedad son adolescentes y jóvenes. Entre todos estos trastornos, el trastorno por atracón, aparece como uno de los más propensos a aparecer o empeorar en este contexto del confinamiento provocado por el Covid, propiciado por sus características intrínsecas al trastorno y relacionadas con el aislamiento y la ansiedad.

Efectivamente, el encierro y el aburrimiento vividos en el confinamiento, son doblemente peligrosos para personas que sufren alguno de estos trastornos, pues se amplía la posibilidad de presentar episodios de ansiedad y conductas de alimentación dañinas para el organismo. El Covid 19 y la comida El acto de comer, más allá de la necesidad fisiológica de proporcionarnos energía, sirve como medio de canalización de emociones y sensaciones, que van desde la alegría a la ansiedad. No debe extrañarnos entonces que, al comienzo de la etapa de confinamiento, se sucedieran noticias a nivel mundial en las que podíamos ver como los supermercados se abarrotaban de gente que realizaba compras, en muchos casos, desmedidas, como si el decreto de alarma se tratara del fin del mundo. Carros llenos de comida salían de estos establecimientos e iban a parar a las despensas de millones de casas esperando a ser cocinados.

Esta circunstancia, no tiene su explicación únicamente en la necesidad de hacernos sentir asegurado el suministro de alimentos ante el miedo del desabastecimiento, sino que, también, es una respuesta, natural e intuitiva, que asegura un medio de escape y una distracción que nos ayude a poder enfrentar los miedos e inseguridades que este virus nos plantea como seres humanos.

Así, la preparación de los alimentos y el posterior consumo de éstos, se transformó para muchos en “el evento diario”. Un ritual donde, muchas veces, se involucraba la familia y/o las parejas, para aprovechar el tiempo de encierro transformando los diferentes ingredientes, en sofisticados platos, postres o panes y como nunca antes, gran cantidad de gente compartiendo sus preparaciones culinarias por redes sociales.

Pero para las personas que presentan un trastorno alimentario y especialmente, el denominado trastorno por atracón, la declaración de confinamiento y toda esta avalancha posterior por aprovisionarse de comida, ha supuesto un momento difícil y complejo, en que se han visto enfrentados a un contexto adverso y a dificultades adicionales en relación a los alimentos y sus hábitos de alimentación. Y es que, la perdida de la rutina diaria, sumada a las grandes dudas acerca del virus, con toda la incertidumbre que esto significa y la gran cantidad de tiempo libre que, el encierro, nos deja, han planteado un escenario perfecto para desarrollar cuadros de ansiedad y estrés, siendo especialmente vulnerables a éstos, las personas que habitualmente ya mantienen una relación conflictiva con la comida.

Comer por ansiedad

El trastorno por atracón se caracteriza por el consumo de gran cantidad de alimentos, sin control, normalmente de alto contenido calórico, tras el cual, no se realiza ningún acto purgatorio tales como vómitos o uso de laxantes lo que lo diferencia de la bulimia. Como resultado de estos episodios, es común que los afectados sufran obesidad o exceso de peso, así como también, sentimientos de culpa, acompañados de vergüenza y ansiedad por su conducta lo que, en una espiral, les genera más ansiedad y nuevos episodios de atracones. En muchos casos, además, se presentan síntomas depresivos.

Los pacientes con este trastorno, generalmente tienen predisposición a sufrir obesidad y, en algunos casos, pueden haber padecido una infancia complicada, con relaciones afectivas problemáticas con sus padres, o bien familias donde también se dan patrones de comida compulsiva y también pueden haber sufrido burlas constantes hacia su físico por parte de compañeros, lo que contribuye a acrecentar sus problemas de baja autoestima. Las condiciones de soledad, monotonía y cansancio que, el encierro, ha incorporado a las rutinas diarias, facilitan que este tipo de pacientes, sufra una agudización de los síntomas, asociado a su trastorno alimentario, como la tendencia al aislamiento, ataques de ansiedad, pensamientos obsesivos e irritabilidad. Sumado a esto, la imposibilidad de hacer ejercicio físico, genera todavía más sentimientos de culpa y más ansiedad, fragilizando la salud mental del individuo. Si pensamos en el delicado escenario actual, con la incertidumbre por el Covid y le agregamos el hecho de tener que permanecer en casa con demasiado tiempo libre y la nevera al alcance de la mano las 24 horas del día, nos percatamos de los riesgos y la desgastante situación que atraviesan estos pacientes.

Salir adelante en confinamientoComida Rápida

 

Tal y como ya hemos comentado en anteriores publicaciones de nuestro blog en tratamientospsicologicos.es, para controlar los efectos negativos que el confinamiento produce, es necesario centrar los esfuerzos en los diferentes ámbitos que forman parte de nuestra la rutina diaria durante el encierro.

Mantener una buena y sana convivencia familiar, conservar una organización del tiempo efectiva y productiva, dedicar espacios de tiempo para el auto cuidado y la intimidad y cuidar las rutinas alimenticias son los elementos claves.

Aspectos a tener en cuenta que nos pueden facilitar adaptarnos mejor a esta situación son, entre otros:

  • La relación con el círculo cercano con el que se cohabita, ya sea familia, pareja o compañeros de piso, es especialmente importante para llevar un día a día saludable, sin tensiones, ni incomodidades innecesarias que añadan estrés a la situación. En estas condiciones de encierro, es absolutamente normal tener roces de convivencia y probablemente es más estresante e insano exigir no tenerlos. Lo importante, es ser conscientes de nuestras diferencias y ser sensatos a la hora de resolver cada episodio.
  • La comunicación y el respeto por el otro se vuelven esenciales, así como la empatía y solidaridad a la hora de entender que no todos reaccionamos igual ante contextos nuevos e inciertos. La familia es siempre y en circunstancias especiales como esta, no es la excepción, la contención y el apoyo emocional son vitales para atravesar de buena forma los tiempos de confinamiento.
  • La implementación de una rutina diaria también es muy importante y cuando hablamos de rutina no nos referimos a la misma que llevaban antes del confinamiento. No es necesario levantarse estrictamente a la misma hora, ni intentar hacer lo mismo que hacíamos antes. Pero es bueno establecer una “normalidad excepcional”, puesto que, son circunstancias especiales, y debemos entenderlo así. Levantarse temprano, seguir una rutina de aseo con ducha incluida y vestirse, estos 3 pasos, marcarán la diferencia entre una mañana activa o una mañana tirados en el sofá, que promueva en nosotros nuestra ansiedad.
  • Disfrutar de actividades que te interesen, como lectura, estudio, trabajo, ejercicio físico, arreglar eso que llevamos meses retrasando. Dejar espacio para el ocio, es necesario e importante, sin excederse, para no llegar a aburrirse o sentir que se está perdiendo el tiempo.
  • La palabra equilibrio, debes repetirla siempre que tengas dudas acerca de qué hacer. Ir planteando pequeñas metas, siempre servirá para motivarnos. Hay tiempo para hacer todo, incluso, si un día quieres cambiar los planes, lo importante es distribuir bien y EQUILIBRADAMENTE el tiempo.
  • Respecto a las noticias, especialmente las relacionadas con el Covid, es recomendable dosificar la cantidad de información y asegurarnos de estar informándonos a través de fuentes confiables. Intenta consumir no sólo noticias negativas y relacionadas con el virus, sino también información y noticias positivas y constructivas.
  • Tener bajo control los factores que nos pueden causar ansiedad, es esencial. Mantener la mente ocupada y positiva, dejar tiempo para entender y procesar, tanto racional como emocionalmente, lo que está ocurriendo, ya que esta pandemia es nueva para todos, una situación única en siglos y es absolutamente normal sentir nerviosismo, estar descolocado y con dudas al respecto. Acepta las emociones negativas porque son parte de estar atravesando una situación así, todos las sentimos, no te sobreexijas.
  • Tratar de evitar las obligaciones estrictas y rígidas, para no exponernos al posible sentimiento de culpa, si es que no se realiza alguna actividad. No hay una sola manera de sobrellevar el encierro, ni tampoco una forma correcta de hacerlo, digamos que existen enfoques perjudiciales que incorporan conductas que debemos evitar, es importante cuidarse y dedicarle tiempo a disfrutar de las cosas que nos hacen bien para el espíritu.
  • Escribir es un buen ejercicio para exteriorizar nuestras emociones más profundas e inconscientes, llevar una bitácora de cómo nos vamos sintiendo nos sirve para mirarnos desde fuera con un poco de distancia.

Para todos, la situación del Covid es una fuente de dudas y estrés, frente a la cual, nos podemos sentir vulnerables, lo importante es mantener la calma e ir avanzando día a día a través del confinamiento.

Recomendaciones para aprender a controlar los atracones

El trastorno por atracón representa un entramado complejo en el que son múltiples los factores relacionados con el mismo y, más durante el período de confinamiento. Tanto en los tiempos del coronavirus como cuando volvamos realmente a recuperar la normalidad – aunque todavía tardaremos mucho tiempo- , algunas recomendaciones para controlar el impulso a comer, son las siguientes:

  • Es recomendable a la hora de hacer la compra, llevar un listado con los productos necesarios y evitar comprar otros que no lo son. Se intentará que los alimentos sean sanos y, en la medida que las fases del desconfinamiento vayan avanzando y pudiendo salir a la calle con más regularidad no hacer acopio de grandes cantidades. Restringir al máximo la compra de productos de bollería industrial o snaks dulces o salados es una buena medida inicial para ayudar a controlar el impulso a consumirlos al no disponer de ellos en el hogar.
  • Aprender a comer y llevar a cabo pautas de alimentación saludable nos ayudará a no tener la sensación de hambre y mantener nuestro peso. Una dieta sana y equilibrada está compuesta de todos los grupos nutricionales donde predominará la fruta y verdura sin necesidad de suprimir, aunque se restringa, el consumo de carne (hay comer toda la variedad de alimentos pero en su justa proporción y siempre con moderación en las cantidades consumidas. Hacer 5 comidas al día, aliviará la sensación de hambre. Servir la comida en platos más pequeños facilita la sensación de que se ha comido más.
  • Destinar el dinero que se ahorra al no comprar bollería industrial o comida “basura” para otros caprichos nos motivará y facilitará que empleemos nuestro tiempo y economía a otras cosas que nos gusten como ir al cine, comprar libros, ropa o complementos, etc.
  • Es fundamental aprender a gestionar de forma adecuada los estados emocionales negativos que acompañan a los atracones. Es habitual que las personas con el trastorno por atracón tengan dificultades para manejar conflictos y emociones y la comida se utilice para aliviar estados de ansiedad, irritación, tristeza, aburrimiento… Sin embargo, tras los atracones los sentimientos negativos se acentúan todavía más, entrando en un círculo vicioso.
  • Identificar las causas que están a la base de emociones y creencias negativas: Ir al foco de los problemas y hacer frente a los mismos de forma adecuada contando con la ayuda de profesionales en el campo de la psicología clínica.
  • Aprender a valorarse y quererse. Ser nosotros fomentando la autoestima y aceptación de nuestra imagen corporal manteniendo actitudes positivas de respeto y aprecio hacia nosotros mismos y los demás.
  • Aumentar la tolerancia a la frustración: en la vida no siempre conseguimos todo lo que queremos o nos salen las cosas como nos gustaría pero eso no implica que nos tengamos que venir abajo ni va a impedir que podamos sentirnos orgullosos de nosotros mismos. Lo importante es haberlo intentado.
  • Mejora de la comunicación y resolución de conflictos en las relaciones interpersonales y, máxime en estos momentos que el coronavirus ha cambiado nuestras vidas y relaciones con nuestros allegados dentro y fuera de casa. La pandemia ha cambiado nuestros hábitos. Es útil consensuar horarios, espacios, y actividades con los miembros con los que se convive previniendo situaciones que generen malestar y puedan desencadenar el ansia por comer.
  • Para las personas con algún trastorno alimentario es un contexto aun más delicado que requiere una preocupación especial, mucho apoyo y contención. Poder manejar este tipo de enfermedad solos en casa es muy complejo y requiere un doble esfuerzo.
  • Hacer uso de las herramientas terapéuticas es vital, ya que nos darán un soporte para poder enfrentar este contexto con mayor tranquilidad y entereza. En Tratamientos Psicológicos, somos especialistas en el tratamiento de este tipo de trastornos y podemos ayudarte en un momento como este.
  • Y, por último, la colaboración y la solidaridad en tiempos difíciles, el estar atentos y cerca de los que necesitan de nuestro cariño y ayuda puede ser un buen ejercicio, no solo para hacer sentir mejor a los demás, sino para hacernos sentir a nosotros mismos más útiles y satisfechos. Todos debemos ser conscientes que estos momentos pasarán y que, en algún momento podremos retomar nuestra vida.