El amor no es posesión

By 6 octubre, 2019Blog

     El amor no es posesión pese a que hay personas que consideran que su pareja les quiere si les dicen que “son suyas”, que les quieren más si no les dejan hablar con otras personas porque es normal tener celos… e, incluso, en casos más graves en la consulta, algunas personas han justificado el mal trato argumentando “me riñe o me pega porque me quiere”.

           El amor está alejado de cualquier tipo de maltrato físico y/o psicológico, lejos de cualquier dominación por parte de las parejas y de la sumisión a la que están sometidas. Sin embargo, todavía nos queda mucho camino por andar, no solo por parte de los adultos sino también en la población más joven, que no está alejada de «micromachismos»  e ideas erróneas acerca del amor romántico.

           El amor implica respecto, compenetración, comunicación, libertad para poder ser un@ mism@. El amor suma, nunca resta. Es fundamental que detectemos lo antes posible señales tanto en nuestras parejas como en nosotr@s mism@s relacionadas con conductas autoritarias, déspotas y egoístas y que nuestra propia felicidad no dependa exclusivamente de mantener una relación al precio que sea.

Por tanto, es crucial que entendamos que la relación de pareja se sustenta en una comunicación fluida en la que podemos expresar abiertamente nuestras necesidades y deseos y poder decidir por nosotr@s mismos, sin el miedo a lo que nuestra pareja nos pueda decir y, mucho menos, imponer.

Es preocupante que algunas personas mantengan relaciones tóxicas que les atrapan sin que ell@s se den cuenta y estén sometidas a conductas verbales y no verbales vejatorias y humillantes. Decirle a una persona, sea o no nuestra pareja, “Cállate, que tú no sabes”, “no hables con esa persona porque solo yo te comprendo”, “lo hago por tu bien”, “deja que sea yo quién decida”, “no eres nada sin mí”…, es una falta de consideración y tolerancia que bajo ningún concepto habría que permitir. Esas frases y actitudes esconden falta de aprecio y valoración hacia la pareja. Son propias de personas sin escrúpulos que solo pretenden sentirse bien negando al otr@ la posibilidad de expresarse y tomar sus propias decisiones.

Por otra parte, el problema no radica exclusivamente en las personas que intentan subyugar a sus parejas sino también en las personas sometidas que acaban dependiendo de estas relaciones tóxicas. Es muy probable que a la base de estas relaciones tóxicas exista un problema de dependencia emocional tanto, en el caso de las personas dominantes que para sentirse bien “dependen” de tener reprimida y dominada a su pareja como en el caso de la persona “sumisa”. En este último caso, las personas que adoptan el papel de sumisión puede llegar a ver como algo normal satisfacer a su pareja aunque renuncien a su propia felicidad y se sienten obligada a hacer lo que le dice su pareja y se “aferran” a la relación pese a que no son felices. Estar solo pendiente de la pareja, renunciar a compartir nuestro espacio con familiares y amigos, vestir o hacer las cosas en función de lo que le gusta exclusivamente a nuestra pareja, aguantar comentarios humillantes, aislarnos, soportar que para que nos quieran tengamos que dejar de ser nosotros mism@s…implican carencias y falta de valoración hacia nosotr@s mism@s.

El amor no es posesión, egoísmo, falta de consideración hacia la persona con la que compartimos nuestra vida… El amor es libertad para elegir aunque no coincidamos con nuestr@ cónyuge, es poder decidir por nosotr@s mism@s aunque nos equivoquemos, es poder expresar sin miedo nuestras inquietudes, es compartir, es respetar, es decidir vivir con otra persona sin renunciar a ser nosotr@s mism@s ni que la otra persona renuncie a ser ella misma, es apoyo, es cariño…

Es importante detectar precozmente los signos que nos indican que estamos inmersos en una relación tóxica, ya sea por asumir el rol dominante o el rol sumiso. No hay que avergonzarse sino buscar ayuda especializada para aprender formas adecuadas de relacionarnos con nosotros mismos y con la pareja, trabajando terapéuticamente no solo el «desenganche» a las relaciones tóxicas sino también todos aquellos factores que, directa o indirectamente, son causa y consecuencia del problema. Por tanto, el tratamiento psicólogico es global y se debe adaptar a las necesidades de cada persona

Consuelo Tomás -Centro psicológico Consuelo Tomás – tratamientos psicológicos Valencia – psicólogos Valencia – psicóloga Valencia – tratamientospsicologicos.es –  dependencia emocional – sentimientos – necesidades – amor – dominación – sumisión – respeto – libertad – comunicación – Chelo Tomñás psicóloga – relaciones tóxicas

Leave a Reply