Internet forma ya parte de la cotidianidad de la mayoría de los adolescentes y las redes sociales se han convertido desde hace años en un espacio más de socialización para los jóvenes.

Las redes sociales, en este sentido, son empleadas por los adolescentes, no solo para mantenerse en contacto con sus iguales, sino que también, constituyen parte importante de su ocio.

En estos espacios virtuales los jóvenes se reúnen para jugar, conversar, compartir intereses y, cada día más, para seguir a los miles de influencers que comparten diversos contenidos digitales y que, en los últimos años, se han convertido en el modelo a seguir para muchos de ellos.

Este hecho, se relaciona de forma indirecta con la realización de los denominados “retos virales” o challenges, un pasatiempo cada vez más frecuente en Internet.

¿QUÉ ES EL RETO VIRAL?

Los retos virales consisten en la grabación y, posterior difusión por medio de redes sociales, como TikTok, Instagram, Facebook, etc. de una acción determinada que, en cada caso es diferente y puede tratarse de un simple baile, puede ser una broma, una serie de preguntas o un desafío, pero en general, plantea un reto a imitar por parte de los usuarios, que deben posteriormente repetir la misma acción a fin de conseguir superar o igualar dicho reto.

Por norma general, estos desafíos no representan ningún peligro ya que, en su mayor parte, consisten en acciones divertidas o solidarias, coreografías, superación de marcas alcanzadas en determinados juegos o en determinadas pruebas que persiguen convertirse en virales y ser difundidas de forma masiva.

Estos retos virales pueden ser difundidos por pequeños grupos de amigos o conocidos, aunque en su mayor parte, son los influencers o las celebridades los que más audiencia consiguen con los mismos.

EL PELIGRO QUE SE ESCONDE DETRÁS DE LOS RETOS VIRALES

Desafortunadamente, detrás de estas pruebas o “challenges”, a veces se ocultan graves peligros.

La adolescencia es una etapa vital en la que, la persona presenta una mayor vulnerabilidad frente al medio. Los adolescentes precisan en gran medida de la reafirmación de sus iguales y, así mismo, de la reafirmación de su propia personalidad, algo que muchas veces se traduce en la ruptura con las reglas establecidas, la transgresión de los límites y, a veces, incluso en determinadas conductas temerarias, impulsadas por esta necesidad de “ser aceptado” o destacar de alguna manera.

Y, en todo esto, algunos retos virales, por su naturaleza, se transforman en situaciones de enorme riesgo para los adolescentes, pudiendo llegar a situarlos en circunstancias de gran peligro, entre las que se incluyen situaciones de abuso, de lesiones o, en los casos más graves, incluso la muerte.

Uno de los casos más sonados entre estos retos virales peligrosos fue el de “Momo”, en el que una mujer de aspecto aterrador invitaba a los adolescentes a mandarle un mensaje a un número desconocido, al que contestaba con una serie de pruebas que los adolescentes debían superar, bajo graves amenazas o terribles maldiciones, que conseguían atemorizar a los jóvenes generando en ellos graves trastornos físicos y psicológicos como ansiedad, insomnio, depresión, etc, además de llevarlos a situaciones de gran riesgo o incitarlos a realizar actos delictivos, discriminatorios e, inclusive, instigarlos al suicidio.

El Reto de la ballena azul

Parecido a “Momo”, otro reto viral conocido como “La Ballena azul” llegó también a generar una enorme alarma social, pues se calcula que el número de adolescentes fallecidos superó los 130. Con el mismo funcionamiento que el primero, este reto también forzaba a los jóvenes a realizar una serie de peligrosas pruebas bajo coacción.

En los últimos tiempos, tristemente, las noticias de fallecimiento de adolescentes a raíz de la realización de alguno de estos retos virales han acaparado los medios, desde sobredosis de medicamentos o envenenamientos por ingerir pastillas de detergente, a terribles accidentes o muerte por asfixia, estos sucesos dejan constancia de la gravedad de estos retos digitales y de sus terribles consecuencias.

Conforme a un estudio realizado en el año 2022 por el grupo de Ciberpsicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), alrededor del 8% de los adolescentes habían llegado a realizar alguno de estos peligrosos retos de Internet, poniendo con ello en riesgo su integridad o la de otras personas.

En este estudio, se subrayaba que, gran parte del éxito de estas “pruebas” se debía a la fugaz viralidad de las mismas y la breve duración de los vídeos, además del gran peso social que conlleva para el adolescente, poder destacar a través de su realización, en gran medida, gracias al enorme poder mediático de Internet, que hace posible a los jóvenes, mediante la realización de estos retos, captar la atención de miles de usuarios en muy poco tiempo, obteniendo con ello miles de “likes” y seguidores. Algo que lleva a muchos de estos adolescentes a realizar actos extremos a fin de aumentar su audiencia.

SUPERVISIÓN PARENTAL Y CONCIENCIACIÓN

Lo que queda claro es que los retos virales suponen un fenómeno en auge y, a pesar de que la mayor parte de ellos no implican ningún tipo de riesgo, no se debe bajar la guardia.

En primera instancia, debemos entender que estos retos virales resultan sumamente atractivos para los adolescentes, puesto que les permiten compartir e interaccionar con sus iguales, en general, de forma divertida, pero que, en algunos casos, tras estas “aparentes” distracciones, existen aviesas intenciones o enormes peligros.

Por este motivo, es fundamental que exista una supervisión parental al respecto del empleo de estos medios digitales por parte de los padres o tutores, así como una labor de concienciación, tanto a nivel familiar, como por parte de los formadores y responsables, que permita a los jóvenes adquirir cierto pensamiento crítico que les ayude a diferenciar entre retos inofensivos y retos peligrosos.

En cualquier caso, no se trata de prohibir, sino de mantenerse alerta frente a estas modas e intentar que, estos jóvenes, puedan llegar a desarrollar recursos suficientes para discernir cuáles son los peligros de Internet.

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Por este motivo, si necesitas ampliar esta información o tienes cualquier pregunta, no dudes en contactar con nosotros.