Trastornos de ansiedad

Índice

Tratamiento de los Trastornos de Ansiedad

Cada vez más personas sufren algún Trastorno de Ansiedad. En el Centro de Tratamiento Psicológico Consuelo Tomás, en Valencia, somos especialistas en el tratamiento de estos trastornos. Podemos ayudarte.

Trastornos de Ansiedad

AnsiedadTodas las personas, hemos sentido alguna vez, síntomas de ansiedad, en mayor o menor medida. ¿Quién no se ha sentido tenso, inquieto, con los nervios de “punta”? ¿Quién, en alguna ocasión,  no  hemos sentido que nos costaba concentrarnos, poder conciliar el sueño, poder comer con normalidad, etc.? En algunas personas, cuando la ansiedad se convierte en un problema psicológico, pueden sentirse completamente paralizadas y/o bloqueadas.

La ansiedad es un mecanismo de defensa, necesario para nuestra supervivencia.  Sin embargo, la ansiedad se puede convertir en un problema  cuando aparece en momentos en los que no estamos expuestos a  un peligro o a un problema real,  pero nosotros sí que creemos que existe (por ejemplo, las personas que tienen miedo a los perros, ante los exámenes, a sentirse nerviosos, a preocuparse sin que haya motivos para ello, etc…). La ansiedad también puede sernos inapropiada si una vez ha desaparecido una situación amenazante, no conseguimos que cese y la mantenemos en el tiempo. En estos casos,  la ansiedad perjudica nuestro bienestar físico y/o emocional y produce graves interferencias en  nuestras actividades cotidianas.

Hay diferentes problemas de ansiedad y no todos ellos afectan de la misma manera a todos las personas. Como en el resto de trastornos psicológicos, el tratamiento siempre se adapta a las necesidades de cada persona consiguiendo excelentes resultados. En nuestra consulta son muchas las personas que acuden por problemas de ansiedad y como especialistas en el tema, con más de 28 años de experiencia en  el campo, han conseguido superar y afrontar los diferentes problemas de ansiedad.

Trastorno de ansiedad por separación

Anseidad 4Si tú mismo o algún familiar próximo, experimentáis miedo o ansiedad excesiva ante la idea o separación real de las personas hacia las que sentís apego, en situaciones tan cotidianas como  alejarse del hogar o separarse temporalmente de las personas a las que estáis más vinculados, es posible que estéis teniendo un trastorno denominado ansiedad por separación. Este trastorno se manifiesta de diferentes formas: puede que os preocupéis de forma continua y excesiva por el bienestar o posibles daños o muerte de las personas de mayor apego, sobre todo cuando os separáis de ellas y,  necesitáis en todo momento saber cómo se encuentran o cómo contactar con ellas.

En otros casos, la preocupación tiene que ver con la idea de que algún acontecimiento que te pueda ocurrir a ti mismo (por ejemplo, perderte, que sufras un accidente, que te secuestren…) y te impidan estar con las personas con las que te vinculas y tienes mayor apego.

El miedo y ansiedad ante la separación hace que no quieras salir de casa – ni siquiera para ir a trabajar o estudiar- o a cualquier otro sitio (salir a comprar, ir al gimnasio, quedar con amigos…). Incluso, puede que seas incapaz de quedarte solo si no estás con las personas a las que sientes más apego,  y rechazas o te resistes a dormir fuera de casa o a dormir si no estás acompañado. Pueden aparecer pesadillas sobre el tema de la separación y si prevés que te vas a separar o te separas, aunque sea por un intervalo de tiempo muy corto, sientas dolor de cabeza, de estómago, náuseas…

Este trastorno puede aparecer en cualquier etapa de la vida (infancia, adolescencia, en adultos y ancianos). En los niños, es frecuente que no sean capaces de permanecer solos en un habitación o sin que la figura de apego esté en casa, siendo frecuente que no puedan conciliar el sueño si no están acompañados y necesitan ir a la cama de sus padres o hermanos).

Mutismo selectivo

Anseidad 2Si tu hijo, tiene un problema de  mutismo selectivo, observarás que es incapaz y se niega a hablar en situaciones que
requieren interacciones sociales con adultos u otros niños (por ejemplo, en la escuela, ante otros adultos que no sean sus familiares sus padres o abuelos),  aunque sí que hable en otras situaciones.

El mutismo selectivo impide un buen funcionamiento en los estudios, trabajo o relaciones sociales, interfiriendo negativamente para conseguir logros en estas áreas.

Fobia específica

SFobiai sientes miedo o ansiedad intensos de forma acusada y persistente,  ante la presencia o por el mero hecho de pensar (anticipar) que puedas tener contacto con un determinado objeto, animal, actividad o situación temida,  a pesar de que realmente ofrece poco o ningún peligro real, tienes una fobia. En el caso de los niños, este miedo o ansiedad excesivas, se puede expresar mediante llanto, rabietas, quedarse paralizado o aferrarse.
Debido al miedo  intenso y desproporcionado que sientes,  te resistes o evitas el contacto con las situaciones que hacen que te sientas amenazado (no paseas por lugares donde hay perros, no viajas en avión, no puedes hacer o experimentas gran tensión  a la hora de hacerte o anticipar que te van a hacer una analítica, no conduces…, o si lo haces, experimentas mucho desasosiego y sobresalto. El evitar el contacto con el objeto o situación temida, si bien hace  que inicialmente reduzcas tu ansiedad,  solo contribuye al mantenimiento de este problema y a que se cronifique. Por ello, un tratamiento psicológico especializado te ayudará a superar tus fobias o miedos, de forma sencilla y rápida.

Trastorno de pánico (También llamado Crisis de Ansiedad, Ataques de Pánico o Crisis de Angustia)

PánicoLas crisis de ansiedad o angustia, también llamadas ataques de pánico, son uno de los problemas psicológicos más
comunes  por los que se solicita ayuda en Urgencias de los Hospitales.

Si alguna vez has tenido una crisis de ansiedad o ataque de pánico, te habrás sentido tan mal que crees que te vas a morir. Unas personas creen que están teniendo un infarto, otras, que no pueden respirar y piensan que van a morir asfixiados. En otras ocasiones,  sientes que te vas a caer al suelo o te vas a desmayar. En cualquier caso, te sientes muy asustado porque no eres capaz de hacer frente a ese estado de nerviosismo y te resulta casi imposible poder controlar tu inquietud y temor.

Los síntomas más habituales cuando una  persona tiene una ataque de pánico o crisis de ansiedad son palpitaciones, sudoración, temblor o sacudidas, dificultad para respirar, sensación de ahogo, dolor o molestias en el tórax, náuseas o dolor abdominal, sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento, sensación de desmayo, escalofríos o sensación de calor, entumecimiento, hormigueos, sensación de irrealidad o despersonalización (como si te separarás de ti mismo), miedo a perder el control o a “volverte loco” y, miedo a morir. No todos estos síntomas están presentes en todas las personas ni les afectan de la misma manera, variando de unas a otras.  Por ello, el tratamiento siempre se adaptará a tus necesidades.

En nuestra consulta, los pacientes nos relatan que cuando tienen una crisis de ansiedad o ataques de pánico sienten un malestar y miedo intensos. Es habitual que si a ti te sucede este problema, sientas un miedo terrible acompañado de síntomas como  palpitaciones, mareos, sensación de ahogo y falta de aire, sudoración, temblores, opresión torácica, náuseas, sentimientos de irrealidad, incapacidad para mantener la calma, etc. Todos estos síntomas se inician bruscamente y, lo que es peor, sin que encuentres  un motivo aparente para entender qué es lo que te sucede o por qué te sucede. Ello hace, que creas que te vas a morir de un infarto o asfixia, que vas a desmayarte o, que vas
perder el control sobre tus actos y pensamientos.

Algunas personas, pueden llegar a evitar los lugares o situaciones (estar en la cola de un supermercado, estar en espacios abiertos -mercados, carreteras, puentes…-o bien, cerrados -cines, tiendas.-, utilizar transportes públicos -coches, trenes…-) en las que resulta complicado poder irse o ser ayudadas o, en las que han experimentado las crisis de angustia y/o no se pueda disponer de ayuda: la agorafobia. Por tanto, los ataques de pánico  o crisis de ansiedad  pueden ser con o sin agorafobia. En algunos casos, el problema puede hacer que algunas personas ni siquiera se atrevan a salir de casa y no puedan quedarse solas ante el miedo a sufrir una crisis

Agorafobia

Es el miedo que sientes cuando  estás en lugares o situaciones en las que no puedes salir con facilidad (grandes superficies, viajar en autobús, aglomeraciones de gente, estar en un ascensor, etc.). Por ello, evitas este tipo de escenarios, y dejas de realizar actividades cotidianas y necesarias, como salir a la calle a comprar, ir al cine, etc. o, si lo haces, necesariamente tengas que ir acompañado.

En algunos casos, el problema puede hacer que algunas personas ni siquiera se atrevan a salir de casa.

Fobia Social o Ansiedad Social

El trastorno de ansiedad social, comúnmente llamado, fobia social  es un problema psicológico bastante frecuente.Ansiedad 5

Si sientes un miedo o ansiedad intensos y persistentes (palpitaciones, sudoración, enrojecimiento o rubor, temblores, dificultades para hablar y entablar conversaciones…) cuando te expones o anticipas que te vas a exponer a una posible evaluación por parte de otras personas (reuniones familiares y de amigos, ir a una fiesta, hablar en público…), es posible que tengas una fobia social.

Si experimentas un malestar intenso, angustia y ansiedad cuando te encuentras en/o se van a producir  situaciones
sociales, te  preocupas porque crees los demás se van a dar cuenta de tus síntomas de ansiedad o bien, que van a creer que eres aburrido, inseguro…

La fobia social, puede que se produzca en situaciones muy concretas (una charla en público, un examen oral…) y, en casos más graves que se generalice a cualquier contexto que implica relación con otras personas (hablar solo con hermanos y padres; antes de salir de casa, comprobar el ruido del ascensor para no coincidir con ningún vecino, etc.). En los niños, el miedo o ansiedad social no solamente aparece cuando se relacionan con adultos, sino también con otros niños de su edad.

Ansiedad Generalizada

Anseidad 5Las personas que vienen a nuestra consulta con ansiedad generalizada sienten ansiedad y preocupación excesivas y desproporcionadas (por ejemplo, miedo a perder un trabajo, a que un hijo tenga un accidente etc.) sin que haya un motivo  real o probabilidad que realmente justifique que vaya a ocurrir.

Las preocupaciones y pensamientos sobre posibles desgracias que puedan ocurrir, van acompañadas de síntomas como inquietud e impaciencia, fatigabilidad fácil, dificultades para concentrarse o tener la mente en blanco, irritabilidad, tensión muscular o alteraciones del sueño (dificultades para conciliar el sueño, sueños inquietos o sensación al despertar de no haber descansado).

La ansiedad generalizada interfiere negativamente en tu funcionamiento normal y provoca un deterioro en diferentes áreas de tu vida (relaciones sociales, laborales, familiares, de ocio y tiempo libre…).

Trastornos de Ansiedad inducidos por sustancias o medicamentos

Anseidad 6Los trastornos de ansiedad inducidos por sustancias o medicamentos se producen cuando experimentamos síntomas de ansiedad –en algunos casos, puede darse ataques de pánico o crisis de ansiedad), durante o poco después de la intoxicación o abstinencia de una sustancia (alcohol, cafeína, cannabis, cocaína…) o después de tomar un medicamento (sedantes, ansiolíticos…) u otras sustancias desconocidas..

Trastorno de Ansiedad debido a otra afección médica

Se centra en el trastorno de ansiedad como consecuencia de otra afección médica, es decir,  la ansiedad se debe al Ansiedad8efecto fisiológico de una enfermedad orgánica o física.

Puede que, en algún momento de tu vida, padezcas alguna enfermedad que, entre otros síntomas, se manifieste con ansiedad: enfermedades endocrinas (hipertiroidismo, un estado de hipoglucemia –bajada de azúcar en sangre- hiperadrenocortisolismo…), enfermedades cardiovasculares (insuficiencia cardiaca congestiva, embolia pulmonar, arritmias…), enfermedades respiratorias (enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma, neumonía…), trastornos metabólicos (deficiencia de vitamina B12, porfiria…), enfermedades neurológicas (neoplasias, disfunción vestibular, encefalitis, convulsiones…), etc.